domingo, 27 de mayo de 2012


Los cambios en la organización empresarial y en la producción

Además de a un proceso integrador, se asistió a una reestructuración empresarial, a una mecanización de los procesos productivos –aparición de nueva maquinaria industrial-, y a la estandarización de los productos.
En lo relativo al primer aspecto, hay que destacar la búsqueda por parte de los empresarios de una mayor dimensión empresarial y capacidad productiva. Así, para la consecución de este fin, se tomaron las siguientes medidas: aumento de los capitales invertidos, organización más rigurosa del trabajo, y concentraciones y fusiones empresariales.

En lo que respecta a la estandarización de la producción es interesante señalar cuatro aspectos del proceso:


- Permitió la reducción de los costes de fabricación.
- Favoreció el crecimiento de la demanda, ya que la reducción de los precios permitió el acceso de más población a esos mercados.
- Se especializó la producción.
- Hizo posible la producción en serie y el desarrollo del modelo de partes intercambiables.
Las consecuencias del cambio
Hasta el año 1896 la economía fue afectada por la segunda revolución industrial de la siguiente forma:
- Se produjo una crisis de superproducción en las ramas fundamentales de la economía: metalurgia y ferrocarril.
- Existencia de una enorme competencia entre el hierro y el acero; marcada por la doble utilización de estos materiales, no superada hasta que se impuso el segundo.
- En lo que se refiere a la agricultura, destacó la explotación acelerada de inmensas zonas vírgenes en América. Esto, unido al desarrollo de los transportes, situó a los productos agrícolas americanos a un precio muy bajo. Las consecuencias de estos hechos en Europa no se hicieron esperar: las naciones que no aplicaron políticas proteccionistas vieron como su agricultura se arruinaba.


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