martes, 29 de mayo de 2012
El progreso tecnológico
La aparición de maquinaria en el trabajo, que era capaz de realizar las tareas que estaban haciendo los obreros, supone un cambio en las relaciones entre el empresario y el trabajador, y en las condiciones de compra y venta de la fuerza de trabajo; no sólo porque las máquinas hagan la tarea de los obreros con mayor eficacia, sino, también, porque estos deben hacer otro tipo de tareas, como el manejo de la máquina, y no el trabajo de producción directo.
LOS CAMBIOS SOCIALES
LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS OBREROS
La industrialización impulsó también el trabajo de mujeres y niños de muy corta edad, pues si antes en muchos oficios la fuerza del trabajador era un factor clave, ahora la fuerza la realizan las máquinas. Los empresarios fomentaron el trabajo infantil y femenino porque mujeres y niños recibían salarios dos y tres veces inferiores a los de los hombres. Los niños fueron empleados en la industria textil, en las minas, en la industria siderúrgica: durante el siglo XVIII no hubo normas que regulasen el empleo infantil.
La industrialización impulsó también el trabajo de mujeres y niños de muy corta edad, pues si antes en muchos oficios la fuerza del trabajador era un factor clave, ahora la fuerza la realizan las máquinas. Los empresarios fomentaron el trabajo infantil y femenino porque mujeres y niños recibían salarios dos y tres veces inferiores a los de los hombres. Los niños fueron empleados en la industria textil, en las minas, en la industria siderúrgica: durante el siglo XVIII no hubo normas que regulasen el empleo infantil.
LA REVOLUCIÓN DE LOS TRANSPORTES
LA NAVEGACIÓN A VAPOR
Los primeros intentos registrados de mover un barco mediante una máquina de vapor se producen en el último cuarto del siglo XVIII, pero no será hasta los primeros años del siglo XIX cuando un ingeniero estadounidense, Robert Fulton, construya un barco propulsado por una rueda movida con la fuerza del vapor. Estos primeros barcos por sus características quedaron marginados a la navegación fluvial y costera.
Los primeros intentos registrados de mover un barco mediante una máquina de vapor se producen en el último cuarto del siglo XVIII, pero no será hasta los primeros años del siglo XIX cuando un ingeniero estadounidense, Robert Fulton, construya un barco propulsado por una rueda movida con la fuerza del vapor. Estos primeros barcos por sus características quedaron marginados a la navegación fluvial y costera.
LA REVOLUCIÓN DE LOS TRANSPORTES
CARRETERAS Y CANALES
Por estas razones podemos considerar que a comienzos del siglo XVIII Gran Bretaña contaba con un aceptable sistema de transportes, que verá enormes mejoras con la construcción de carreteras y, sobre todo, de muchos kilómetros de canales , pensados fundamentalmente para el transporte de mercancías pesadas, entre las que cabe destacar el carbón que conoce en estos años un importante aumento en su demanda ante la creciente escasez de madera. A finales de este siglo el carbón será una de las piezas claves de la industrialización británica. La construcción de canales se convertirá en una verdadera fiebre de manera que a comienzos del siglo XIX Gran Bretaña cuenta con más de 3000 kilómetros de aguas navegables, de ellos una tercera parte canales construidos por el hombre: mil kilómetros de canales con la tecnología de la época deben ser considerados como un esfuerzo notable.
EL FERROCARRIL
Pero la verdadera revolución de los transportes vendrá con la construcción de líneas de ferrocarril. La idea de construir raíles de hierro por donde circulen vagones o vagonetas era ya antigua, y se utilizaba en las cercanías de las minas para transportar hasta un puerto de mar o hacia un canal minerales como el carbón. Estos vagones eran arrastrados por caballos o bueyes. La revolución vendrá cuando se piense en utilizar una versión de la máquina de vapor “móvil” que sea capaz de arrastrarse a sí misma y a un número indeterminado de vagones de
Por estas razones podemos considerar que a comienzos del siglo XVIII Gran Bretaña contaba con un aceptable sistema de transportes, que verá enormes mejoras con la construcción de carreteras y, sobre todo, de muchos kilómetros de canales , pensados fundamentalmente para el transporte de mercancías pesadas, entre las que cabe destacar el carbón que conoce en estos años un importante aumento en su demanda ante la creciente escasez de madera. A finales de este siglo el carbón será una de las piezas claves de la industrialización británica. La construcción de canales se convertirá en una verdadera fiebre de manera que a comienzos del siglo XIX Gran Bretaña cuenta con más de 3000 kilómetros de aguas navegables, de ellos una tercera parte canales construidos por el hombre: mil kilómetros de canales con la tecnología de la época deben ser considerados como un esfuerzo notable.
EL FERROCARRIL
Pero la verdadera revolución de los transportes vendrá con la construcción de líneas de ferrocarril. La idea de construir raíles de hierro por donde circulen vagones o vagonetas era ya antigua, y se utilizaba en las cercanías de las minas para transportar hasta un puerto de mar o hacia un canal minerales como el carbón. Estos vagones eran arrastrados por caballos o bueyes. La revolución vendrá cuando se piense en utilizar una versión de la máquina de vapor “móvil” que sea capaz de arrastrarse a sí misma y a un número indeterminado de vagones de
Aparición de nueva maquinaria
La máquina sembradora del inglés Jethro Tull, auténtico pionero de la agricultura científica y que diseñó esta sembradora en los primeros años del siglo XVIII. Esta nueva sembradora posibilita sembrar rápidamente y colocando la simiente fácilmente en filas que hacen más simples otras tareas agrícolas. Además la semilla se ubicaba a una cierta profundidad que la alejaba del peligro que suponían los pájaros y el viento para la siembra.
LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA
Se entiende por revolución agrícola una serie de importantes cambios sucedidos durante el siglo XVIII en los campos de Gran Bretaña. A comienzos de este siglo la agricultura británica seguía siendo en lo esencial muy tradicional: el utillaje (arados de madera, hoces, azadas), el escaso uso de fertilizantes o la práctica del barbecho formaban parte de las prácticas agrarias desde hacía siglos.
domingo, 27 de mayo de 2012
El transporte en la segunda revolución
Revolución del transporte
El cambio en el ferrocarril fue espectacular y siguió siendo el medio de comunicación terrestre más utilizado. Así, mientras que en 1840 el desarrollo ferroviario era todavía escaso, en Europa solo nueve países habían construido alguna línea ferroviaria, con una red en todo el continente de menos de 4.000 kilómetros y solo cuatro países (Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica) que habían superado los 300 kilómetros, en Estados Unidos en esa misma fecha se habían construido 4.510 kilómetros. Treinta años después, en 1870, se había consolidado este medio y se superaban en Europa los 100.000 km de extensión y en Estados Unidos 70.000.
Los cambios en la organización empresarial y en la producción
Además de a un proceso integrador, se asistió a una reestructuración empresarial, a una mecanización de los procesos productivos –aparición de nueva maquinaria industrial-, y a la estandarización de los productos.
En lo relativo al primer aspecto, hay que destacar la búsqueda por parte de los empresarios de una mayor dimensión empresarial y capacidad productiva. Así, para la consecución de este fin, se tomaron las siguientes medidas: aumento de los capitales invertidos, organización más rigurosa del trabajo, y concentraciones y fusiones empresariales.
En lo que respecta a la estandarización de la producción es interesante señalar cuatro aspectos del proceso:
- Permitió la reducción de los costes de fabricación.
- Favoreció el crecimiento de la demanda, ya que la reducción de los precios permitió el acceso de más población a esos mercados.
- Se especializó la producción.
- Hizo posible la producción en serie y el desarrollo del modelo de partes intercambiables.
Las consecuencias del cambio
Hasta el año 1896 la economía fue afectada por la segunda revolución industrial de la siguiente forma:
- Se produjo una crisis de superproducción en las ramas fundamentales de la economía: metalurgia y ferrocarril.
- Existencia de una enorme competencia entre el hierro y el acero; marcada por la doble utilización de estos materiales, no superada hasta que se impuso el segundo.
- En lo que se refiere a la agricultura, destacó la explotación acelerada de inmensas zonas vírgenes en América. Esto, unido al desarrollo de los transportes, situó a los productos agrícolas americanos a un precio muy bajo. Las consecuencias de estos hechos en Europa no se hicieron esperar: las naciones que no aplicaron políticas proteccionistas vieron como su agricultura se arruinaba.
Segunda revolución industrial
![](http://4.bp.blogspot.com/-RyPtWqSugRI/TwH0IrDanpI/AAAAAAAAADM/KsTZKsmmmWs/s320/REVOLUCION+INDUSTRIAL+1.jpg)
Innovaciones técnicas de la revolución industrial
La novedad radicó en la aplicación de esos conocimientos ya existentes a la producción de bienes materiales.
Introducción de la revolución industrial
INTRODUCCIÓN
La revolución industrial es un cambio económico fundamental en la fabricación de productos elaborados, ya que empieza a utilizarse maquinaria. Surgió a finales del Siglo XVIII en Gran Bretaña, extendiéndose por toda Europa, y por todo el mundo después, a lo largo del Siglo XIX. Sus principales características fueron la aparición de la máquina, las innovaciones tecnológicas, la utilización de nuevas fuentes de energía, la organización del obrero en fábricas, la división del trabajo y la necesidad cada vez más grande de capital.
La revolución produciría un cambio en el sistema económico, ya que la necesidad de capital provocó la aparición del capitalismo industrial. La ideología del capitalismo es el liberalismo de Adam Smith, que se basa en la no intervención del Estado y en la siguiente afirmación: “La búsqueda del beneficio individual nos llevará a conseguir el beneficio de la sociedad”. La palabra clave es individualismo.
Durante el capitalismo industrial había gran cantidad de pequeñas empresas (empresas familiares), que podían autofinanciarse, aunque cada vez iban a tener más necesidad de capital. Los medios de producción eran de propiedad privada y se concentraban en manos de la burguesía. El proletariado no tenía ninguna propiedad, sólo la fuerza de su trabajo, que vendía a cambio de un salario.
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